Desde sus inicios más remotos la filosofía surgió como una búsqueda por despertar de La Ilusión, por liberarse, por tomar conciencia de lo real. Los primeros momentos de esta búsqueda se remontan mucho más atrás del simbólico nacimiento de la filosofía occidental con el célebre eclipse de Tales. Las practicas hinduistas y budistas, así como el Tao, parecen constituir los más antiguos registros de esta búsqueda. ¿Pero de qué hay que despertar? ¿Cuál es esa ilusión? Los más de 6000 años de historia intelectual que la humanidad logró preservar permiten hacer una lista más que interesante:
Hinduismo, Budismo y otras filosofías orientales
La principal ilusión es la separación del Ego respecto del Todo. Tiene ilusiones suplementarias y más o menos compartidas por los diferentes sistemas, como la idea de que ese todo es lo divino, y por lo tanto cada uno de nosotros es esa divinidad dormida; la permanencia de las cosas se revela como falsa ante la mutabilidad de lo real;
Parménides de Elea
La ilusión es confundir el sí con el no, lo real con lo falso, el ser con el no ser. Los seres bifrontes no pueden distinguir ambos caminos -el positivo y el negativo- y viven inmersos en la indecisión.
Heráclito de Éfeso
Lo único de lo que puede afirmarse con certeza su realidad es el cambio y la transformación como ley universal. Pero esa naturaleza cambiante tiende a mostrarse bajo el aspecto de elementos estáticos y permanentes.
Platón
A diferencia de Sócrates, Platón dedicó su vida a denunciar la ilusión de lo sensible y la primacía ontológica de lo inteligible. A la larga este se convertiría en el sostén del rechazo cristiano a este mundo en pos de la vida ultraterrena, pero todo esto, incluso con Platón, viene acompañado de la noción de la singularidad subjetiva como un alma separada e inmortal.
René Descartes
La duda hiperbólica es el método que permite distinguir la evidencia de lo infundado. Toda reflexión y toda práctica deberían comenzar por ahí.
David Hume
La experiencia presupone una serie de ficciones que son necesarias e imprescindibles. La idea del yo, la creencia en la uniformidad de la naturaleza y en la realidad del mundo exterior, son elementos que permiten darle sentido a lo que experimentamos, pero no hay motivos para asumirlos como verdades objetivas.
Immanuel Kant
La realidad es percibida como algo exterior al sujeto, pero éste ignora su rol activo en la constitución de la objetividad.
Friedrich Hegel y Karl Marx
La alienación consiste en la falsa identificación del sujeto con su inmediatez, con su propia exteriorización o con otra exterioridad. El momento final del desarrollo del Espíritu implica la toma de conciencia de la unidad dialéctica, dinámica y conflictiva que constituye la totalidad de lo real, dentro del cual las diferencias son solo momentos abstractos.
Friedrich Nietzsche, Søren Kierkegaard, Martín Heidegger, Jean-Paul Sartre y Gilles Deleuze
La potencialidad del sujeto aparece como una tarea de auto descubrimiento que requiere deshacerse de las estructuras pre fabricadas que sostienen el discurso social. Permite plantear la pregunta sobre si la ilusión es contingente o si es constitutiva de la organización social en cuanto tal, en cuyo caso el despertar solo sería posible a nivel individual.
Sigmund Freud
Nuestra experiencia del mundo no es transparente porque está marcada en lo más profundo por hechos que, por motivos subjetivos, poseen un carácter traumático y estructuran de manera indeleble e invisible a la misma conciencia.
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