El eterno retorno como pensamiento selectivo
«Pero si todo es necesario, ¿cómo puedo disponer de mis acciones?» El pensamiento y la creencia son un peso gravoso que pesa sobre ti junto a todos los demás pesos, y más que ellos. ¿Dices que la alimentación, el lugar, el clima y la sociedad te transforman y determinan? Pues bien, tus opiniones lo hacen aún más, pues son ellas las que te determinan a esa alimentación, a ese lugar, clima y sociedad. – Si te incorporas el pensamiento de los pensamientos, éste te transformará. La pregunta, por lo que toca a todo lo que quieras hacer: «¿es así que quiera hacerlo incontables veces?» es el máximo peso.

[…] Mi doctrina dice: vivir de tal manera que tengas que desear que vivir de nuevo sea la tarea – ¡lo harás de todos modos! A quien el esfuerzo le proporcione el sentimiento más elevado, que se esfuerce; a quien el reposo le proporcione el sentimiento más elevado, que repose; a quien Se lo proporcionen la conformidad, la sumisión y la obediencia, que obedezca. ¡Sólo que tenga a bien llegar a ser consciente de lo que le proporciona el sentimiento más elevado y no rehuir medio ninguno! ¡Está en juego la eternidad!
Esta doctrina es suave para con los que no creen en ella, no tiene ni infiernos ni amenazas. El que no cree no es consciente más que de una vida pasajera.
Créditos
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